En este edificio se instaló la antigua Casa de Correos y Telégrafos, función que ejerció hasta 1986. En 1993 fue adquirido por la Universidad de Málaga y, tras su rehabilitación, lo ocupan las dependencias del Rectorado, siendo su sede representativa. Edificio decorativo que mantuvo siempre una relación entre la estética y la funcionalidad, que prima por encima de cualquier otra consideración en el edificio.
El edifico fue proyectado por Teodoro de Ansagasti y Algán en 1916, las obras se adjudicaron en 1917, y en 1923 fue inaugurado. Responde a una estética regionalista con rasgos mudéjares, que esta en boga en la época. Es de planta cuadrada con las esquinas de la fachada principal redondeadas, en las cuales se empotran unas torrecillas cilíndricas, sobresaliendo en altura la de la izquierda que se cubre con un tejadillo que le da una apariencia oriental. La parte baja está formada por un alto basamento de piedra irregular con hiladas de ladrillo.
La portada central se abre, descentrada, con un arco de medio punto de ladrillo enmarcado por un alfiz del mismo material, cabalgando sobre columnas jónicas y encima, bajo un tejaroz, se suceden cuatro arcos ciegos que flanquean el escudo. Una línea de imposta separa el zócalo de los pisos superiores, realizados en ladrillo y mampostería.
Parte posterior del edificio
La rehabilitación y conservación en sede del Rectorado fue llevada a cabo por los arquitectos Rafael Roldán y Alvaro Gómez, manteniendo la obra de Anasagasti en el exterior, y la integración de un nuevo piso, visible en el lateral.
En el interior pueden contemplarse los restos de las magníficas pilas o “caetareas” de época romana en las que se obtenía el “garum”, la codiciada salsa de salazón de pescado. En el piso inferior se ha recuperado un amplio sector de la muralla de la ciudad. Todo ello es visible desde un espacio abierto utilizado como complemento de su sala de exposiciones.
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