'Soy

martes, 21 de septiembre de 2010

El Madrid aprende a sufrir








 

 

Sábado, 18 de Septiembre de 2010

3ª Jornada de Liga

Estadio Anoeta, 32.000 espectadores (lleno)
Real Sociedad (1) -  Real Madrid C. F. (2)
Ir al norte para mi equipo es como pasar una prueba de fuego, hay que llevar armamento pesado y herramientas para sufrir el asedio tras las trincheras y tener unos buenos francotiradores para en momentos puntuales derribar algunas torres enemigas y poder ganar la batalla. Y así pasó en San Sebastián, donde la Real volvió a primera y Anoeta fue un fortín que mi equipo tuvo que sudar tinta china para asaltarlo.

No era este un partido para florituras, para gustarse, para encomendarse a los mejores sino para luchar, para afinar la puntería y para que la retaguardia estuviese firme y contundente ante el vendaval de potencia realista que se avecinaba. Comenzó el partido como pocos esperábamos con un Madrid muy mandón, tocando y tocando de tal forma que en los primeros 20 minutos mi equipo dispuso de buenas ocasiones a través de Di María e Higuaín que no estuvieron acertados de cara al marco txuriurdín. Pero en el minuto 20, increíblemente para mí, todo cambió. La Real a través de Zurutuza y Aranburu, que no es jugador para segunda división, animó a las huestes blanquiazules y tocó a zafarrancho un equipo que está muy bien aleccionado, posicionado y preparado físicamente por su entrenador. No alcanzaba a comprender como mi equipo perdió el control, como la defensa contraía un protagonismo innecesario y el medio campo apenas podía entrar en juego. Dispusieron los vascos de un par de oportunidades de esas que no se pueden fallar una cuando el balón salió lamiendo el poste cuando un jugador de la Real quedó solo ante Casillas y otra cuando Tamudo no llegó al balón tras un saque de esquina con Carvalho ya vencido e Iker como único oponente. Los últimos minutos mi equipo se las arregló para aguantar el vendaval y llegar con opciones al descanso.

Tras la salida de vestuarios mi equipo salió con otra mentalidad, comenzó a abrir el juego por bandas y fruto de ello llegó en el minuto 6 un golazo, autentico obús de Di María a la mismísima escuadra que si lo llega a hacer cierto jugador de otro equipo tenemos el gol una semana en la tele día y noche. Controló, recortó hacia dentro y desde el piquito del área soltó un derechazo que se coló inexorablemente por la misma escuadra de Claudio Bravo. Golazo de bandera y el Madrid disfrutando de sus mejores minutos. Pero volvió a caer en los mismos errores que el primer tiempo, para desesperación mía y de Mourinho, no mataba el partido y la Real se lo creía, comenzó a asfixiar a mi equipo. El Madrid ha de tocar y tener profundidad en su ataque para matar los partidos, no podemos estar esperando una genialidad porque en Europa eso se paga muy caro. Hay que jugar como equipo. Fruto de ese empuje y los reiterados sobresaltos a mi corazón, la Real encontró justo premio cuando de una falta lanzada desde la lateral del área la defensa hizo aguas, Pepe se entretuvo en comerse unos pinchos y Carvalho se quedó añorando su natal Portugal para que Tamudo en el segundo palo y sin oposición hiciera el empate al rematar con la rodilla un melón que venia desde el cielo. 1-1. Ozil estuvo muy disperso con tanta guerrilla e Higuaín y Ronaldo cada uno a lo suyo por lo que el Madrid se volvía romo en ataque y desesperaba a las ovejas. Pero la suerte se alió con nosotros cuando de una jugada iniciada por Ronaldo recibe un "recadito" en su tobillo y Mateu Lahoz señala falta cuyo obús lo lanza el mejor jugador del mundo para que Pepe lo desvíe y coloque el balón en las redes de Claudio Bravo. 1-2 y el esfuerzo de la Real en saco roto y el mi equipo a vivir de las rentas hasta que el trencilla señaló el final.

En fin, que mi equipo aprende a sufrir pero tiene que matar los partidos, Ronaldo no me preocupa en absoluto porque volverá por donde suele y nos seguirá ayudando porque el es el mejor. Ahora viene el Español y eso es otro cantar que en casa no debe ser ningún problema. Del resto de la jornada destacar que el Barcelona asaltó el Calderón, que el Hércules pierde en casa lo que conquistó en el Camp Nou y el Málaga, ¡ay pobre Jeque!, se difumina como un azucarillo frente a un ramplón Sevilla y entrega las armas pese a haberse adelantado en el marcador.


Un saludo

Germinal García Villena


¡¡HALA MADRID!!

1 comentario:

malagueto1 dijo...

Una vergüenza de equipo, una vulgaridad y una pena.
Ni Mouriño ni leches.

Saludos