Los liberados sindicales y otros colectivos parásitos son el verdadero fraude de la democracia. Ellos representan la compra del voto con el dinero de todos los españoles. Son muchísimos los casos en los que no se les conoce oficio ni beneficio y merodean por toda la Administración Pública, no solo amenazando con su chantaje y su poder, sino que, además, forman parte de consejos de administración de cajas de ahorro y empresas públicas. A todo aquel liberado sindical con poder que no saben donde meterlo, lo colocan en embajadas y en la Agencia de Cooperación Internacional, asi como en ONGs de dudosos objetivos, fundaciones controladas por el poder, etc... Las embajadas están llenas de estos liberados que aparecen como agregados culturales, comerciales, etc...
Es la compra del voto, el gran fraude de la democracia, la clientela perfecta conseguida con nuestro dinero. Ayer mismo pude ver al secretario general de CCOO fotografiado en su viaje de lujo, en un crucero, con camarero particular a su servicio, mientras que a los 5 millones de parados les pueden dar por ahí. Sus dos áticos conseguidos por VPO, cuando cobra sueldos de lujo, son otro signo de la gran estafa sindical.
El otro, el de UGT, Cándido Méndez lleva toda la vida en el sindicato, sin saber lo que es trabajar. Sus errores son mayúsculos, sobre sobre todo cuando se meten a jugar a empresarios. Recordad la Promotora Social de Viviendas, una de las mayores estafas de la UGT, que acabó con algún dirigente en la cárcel, dejando en la calle a miles de familias que habían dado su dinero para una vivienda y se lo quedaron los sindicalistas-empresarios. Pues bien, ¿sabéis quien pagó la estafa multimillonaria de la PSV? Nosotros, de nuevo nosotros, y a escondidas, en los presupuestos, como siempre.
He visto llegar a limpiadoras (que tienen todo mi respeto) a liberadas sindicales y de ahí dar el salto a embajadas en América del Sur. He visto como los sindicalistas contratan a su gente, la que trabaja en sus sedes, que son los peores contratos y los peor pagados, verdaderos contratos basura.
En fin, aprovechando el momento que viven con su imagen por los suelos y la opinión publica harta de ellos, hemos de pedir que se investigue a fondo este fraude que supone el mas grave fraude democrático y el robo indecente de nuestros dineros para la compra del voto. Hace días, sin ir mas lejos, se supo que el Gobierno les volvió a conceder 500 millones para cursos de formación.
¿A qué estamos jugando?
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