El rincón merengue de Germinal. “Raúl Campeador”

Sábado, 24 de Abril de 2010

34ª Jornada de Liga

Estadio La Romareda, 32.000 espectadores (lleno)

Real Zaragoza (1) - Real Madrid C. F. (2)

El Madrid libró el sábado otra batalla épica, otra guerra de guerrillas y trincheras porque no fue solamente el navegar contracorriente de un resultado para conseguir los 3 puntos sino que hubo que hacer frente al fuego enemigo que contenía abundante metralla y cazabombarderos porque, de haber cumplido su misión el equipo maño, mi equipo pudo acabar peor que el ejército alemán tras la Segunda Guerra Mundial. Sucesión de codazos, agresiones, faltas a destiempo y demás ilegalidades tuvo que sufrir el equipo de mis amores para poder ganar un partido y seguir ahí en la lucha por lo que nos pertenece.

Al grano. Reconozco que los 10 primeros minutos del partido no los presencié por motivos personales pero hasta mis oídos llegó que el trencilla dejó pasar un claro penalty a Higuaín y una flagrante agresión a Cristiano. En fin, ya se sabe, los árbitros pitan lo gordo a partir de ciertos minutos para que luego no digan que intentó fastidiar al equipo local y fue con el grande. De todas formas, poco importó porque el Madrid salió mandón, a por el partido y comandó la ofensiva anticarro con Alonso de mariscal de campo y Ronaldo e Higuaín muy combativos aunque reconozco que nos lastró mucho la lesión de Van der Vaart, aunque el capitán cumplió como siempre, y, sobre todo, que el Madrid no se metiera en el partido hasta bien pasado el minuto 30 cuando consiguió dejar al Zaragoza en su campo a merced nuestra arrinconado esperando el chaparrón. Destacar por los maños a Suazo que, aunque tuvo que ser sustituido por Colunga, causó buena sensación y puso en algún momento a Ramos al borde de la tarjeta amarilla. Nuestro capitán, que seguirá hasta que él lo desee (eterno Raúl), dispuso de una gran ocasión que se marchó a la madera tras una buena intervención del portero zaragocista. Después de esto, nada más que reseñar en el primer tiempo.

Tras el descanso, continuó el asedio blanco hacia la portería de Roberto con un Ronaldo extramotivado física y mentalmente que soportaba los insultos de los energúmenos de turno que se acuerdan de la madre de un trabajador como él. Me gustaría verlos a más de uno en su trabajo habitual que les gritaran hijo de puta a cada momento. Higuaín estuvo supercolaborador, como pocas veces, ayudando al equipo hasta que en una buena combinación ve a Ronaldo por la izquierda y le manda el balón para que este dispare a puerta y en el rechace vea al capitán que se la pone para que rechace a la red y ponga el Raúl 1 Zaragoza 0. Siempre están diciendo que está viejo, que no vale para nada pero sigue siendo el más listo de la clase, sigue siendo el goleador, el faro del madridismo y NUESTRO CAPITAN. Golpe psicológico en el 50 que, algo erróneamente, impulsa a mi equipo a soltarse la melena y azotar el área zaragocista con lo que, en una contra, pillaron a nuestra defensa desguarnecida y Colunga, recibiendo un gran pase de Abel Aguilar entre líneas, cabalgó franco hacia Iker para regatearlo y batirlo por bajo. 1-1, la amenaza de la derrota se cernía sobre mi corazón y de todo el madridisimo viendo como se escapaba, sin solución, el Barcelona. Raúl después del gol se lesionó y fue sustituido por Benzemá, pero lo mejor estaba por llegar cuando Pellegrini viendo el atasco general en mediocampo decide cambiar a Gago y meter al mejor mediapunta del mundo, aquél del que dudan de su calidad, de su magia, de su implicación me refiero a Kaká. El brasileño ve como nadie el fútbol en los últimos 40 metros y así fue. Revolucionó el partido y tuvo dos claras ocasiones. La primera a pase de Arbeloa que detuvo sin problemas Roberto y la siguiente que supuso un gol, un golazo, un hilo de esperanza para el madridismo cuando, otra vez el mejor jugador del mundo, ve un pasillo donde nadie pudo verlo en la frontal y habilita a Kaká en medio de un mar de piernas para que de tiro cruzado bata de nuevo el marco zaragocista y ponga el 1-2 definitivo en el luminoso de La Romareda. Hay que decir que, tras el gol de Raúl, fue justamente expulsado Contini por su brutal codazo a Higuaín en la garganta así como tuvo también que enfilar vestuarios Eliseu por su feo y detestable codazo a Iker cuando ya el portero tenía el balón en sus manos sin posibilidad alguna de jugarlo. Mal el trencilla en ese aspecto.

Resaltar que estamos aquí, que seguimos sin rendirnos, que no claudicaremos jamás, que vamos a por ellos aunque vendan humo estos barcelonistas de pacotilla que tienen disparado el cagómetro. Aquellos, que después de quejarse del arbitraje de Milán, ganan un partido con un gol precedido de una mano y otro en fuera de juego. En fin, el tiempo pone a cada uno en su sitio y se pilla a un mentiroso antes que a un cojo.

Un saludo

Germinal García Villena

HALA MADRID