'Soy

domingo, 16 de diciembre de 2012

Llega la Navidad

Para mi la Navidad, no tiene ningún sentido especial positivo, ni histórico (Jesús, para la mayor parte de exegetas e historiadores neotestamentarios serios e independientes, no nació en Belén, ni en Navidad). Poco importa que la conmemoración del natalicio de Jesús responda a una convención y no a una fecha histórica. Por lo pronto, no todo el cristianismo celebra la Navidad el mismo día. Son unas fiestas consumistas, cargadas de hipocresía, pues, a pesar del contenido espiritual que debiera predominar, la mayor parte de la gente recuerda la temporada navideña por lo que regalan o por lo que reciben. Aunque, en estas próximas Navidades, deberemos estar agradecidos al presidente Rajoy porque gracias a sus recortes, el consumo será menor. Pero muchos padres llegarán desesperados a sus hogares porque no tienen dinero para comprarle un regalo a sus hijos. Muchos niños al llegar la medianoche no entenderán por qué ese viejo con atuendos invernales y los colores de la Coca Cola deja regalos en algunas casas y no los deja en otras. Encima, ahora, por designio papal, sin ningún fundamento histórico, los Reyes Magos ya no vinieron de Oriente sino del antiguo reino de Tartessos en Andalucía. ¡Toma ya, mi “arma”! Noche de Paz, Noche de Amor. ¿Acaso al brindar con champán a la medianoche nos acordamos de los más desprotegidos y vulnerables?

Llega la Navidad, el momento de lavar las malas conciencias y de la mentirosa felicitación. Llega la hora de entrar en el supermercado y encontrarte a ciertas señoronas, de lo más “in” de la ciudad, enjoyadas y emperifolladas, luciendo camisetas y portando bolsas de plástico de La Gran Recogida de Alimentos que patrocina una entidad financiera y promueve el Banco de Alimentos. La misma entidad bancaria que a la vez está desahuciando a victimas reales e inocentes de la crisis. Así, de paso, lava su imagen pública y evita que muchos se cuestionen, profunda e intelectualmente, por qué existen familias enteras que necesitan comida y quiénes son los causantes de esta injusticia social, y de que nuestro país vaya por el camino del retroceso en nivel de bienestar social a los tiempos de la posguerra. Este modelo indigno, hipócrita y repugnante, te echa de tu casa pero te dona muy cristianamente un kilo de arroz con el logotipo de un banco para que te lo comas debajo un puente. Es la crueldad máxima teñida de sentimentalismo barato.

El nacimiento de Jesús, que cambió la historia del mundo, estuvo rodeado de un contexto de exclusión para su época que bien valdría le pena recordar para los tiempos que nos tocan vivir. Unas fiestas tristes, muy tristes, porque, para mi, la Navidad dista de ser un periodo de reflexión, reencuentro y solidaridad. Pero esto no quita, que  a todos los que estimo y quiero, les desee que la Navidad sea para ellos un periodo de paz, amor y felicidad.

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