“El presidente de CSI-CSIF, Miguel Borra, ha pedido al Gobierno que se plantee la posibilidad de eliminar algunas de las más de 4.000 empresas públicas que se duplican en las administraciones en lugar de congelar el sueldo de los funcionarios.
Borra ha indicado en declaraciones a RNE, que es preciso analizar qué empresas públicas son necesarias y cuáles no lo son, una medida que, en su opinión, ahorraría más gasto que lo que va a ahorrar el Gobierno con la congelación del salario de los empleados públicos. "Nuestra organización tiene experiencia y podemos ayudar al Gobierno a solucionar las duplicidades, las miles de empresas públicas que existen. Lo que sí nos oponemos es a que la primera medida que adopten los gobiernos sea la congelación del sueldo de los empleados públicos", ha añadido.
Borra ha apuntado que los funcionarios llevan ya varios años "sufriendo recortes salariales y congelaciones", y lamentó que se trata de confundir a los ciudadanos equiparando déficit público con servicios y empleados públicos. Sin embargo, ha atribuido una "parte importantísima" de este déficit al dinero destinado a sanear las cajas de ahorro y a los gastos en aeropuertos o en las televisiones autonómicas. También ha criticado el anuncio realizado por el Gobierno de que la tasa de reposición en la función pública será cero el próximo año, salvo en las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y en los servicios básicos, y ha afirmado que puede suponer una "merma de la calidad" en la prestación de los servicios públicos.
"Siempre hemos defendido que tiene que haber el número justo de empleados públicos, ni uno más ni uno menos, pero más que una tasa de reposición cero, lo que haría falta sería sentarse a dialogar y negociar y ver dónde hacen falta empleados públicos en un número o en otro", ha reiterado.
Finalmente, ha apuntado que el sindicato de funcionarios ha enviado una carta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, con sus propuestas, pero ha indicado que de momento no se han abierto los cauces de diálogo.”
Pero la realidad es, sin duda otra, no pueden cerrar las empresas públicas porque son el coladero de amigos y familiares de los cargos políticos, de todos los partidos. En las empresas públicas hay cinco veces más "jefes" que "curritos" y pueden contratar sin someterse a las leyes de contratación de las administraciones públicas, (es decir, ejerciendo la “dedocracia”), tanto bienes como servicios o personal. El salario de los trabajadores de las empresas públicas no está sometido a los límites al que lo está el de los funcionarios, lo que en la práctica significa que esos "jefes" duplican o triplican el sueldo de un funcionario equiparado a su puesto, y a ellos no se les ha reducido ese salario. Además, no se requiere titulación, formación o experiencia para acceder a esos puestos; basta una buena recomendación. Si se eliminasen esas empresas públicas y sus funciones regresasen a los funcionarios (de donde nunca tuvieron que salir) sólo en Andalucía nos ahorraríamos entre 600 y 1000 millones de euros de pérdidas que tienen anualmente, más los salarios, visas oro, coches, dietas, vestuario, edificios... El ahorro podría oscilar, sólo en Andalucía, entre los 1500 y los 4000 millones de euros, es decir, cuatro veces lo que se pretende ahorrar en toda España congelando los salarios de los funcionarios. Si multiplicamos esas cifras por las 17 autonomías veremos dónde está el verdadero derroche.
Y, por supuesto, el funcionario que no trabaje, que sea sancionado.Contra el absentismo la solución es muy sencilla: cada día que se falte al trabajo, sea o no justificado (salvo vacaciones, asuntos propios y compensaciones horarias), que se cobre el 70% del sueldo (como si se estuviera de baja), y que lo mismo se aplique, por ley, tanto en las empresas públicas como en las privadas. En un mes tendríamos las cifras más bajas de absentismo de Europa. Hay que atajar los problemas de raíz, y no cebarse siempre con los mismos, pues al funcionario que cumple y trabaja se le está desmotivando.
Al nuevo Gobierno debe exigírsele que haga las cosas con cabeza, y resuelva los problemas con eficacia. Ya tuvimos ración doble de demagogia barata con Zapatero, por lo que no debe caer en su sistema de maquillaje y ataque a la raíz del problema, que es la duplicidad de instituciones y el enchufismo, y no los salarios mileuristas de los funcionarios y funcionarias.
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