'Soy

domingo, 28 de octubre de 2012

Desahucios

En que grado de desesperación debe encontrarse una persona y en que soledad más absoluta y falta de confianza en su entorno para quitarse la vida y de esta manera acabar con un tema que le atormenta como es la hipoteca de su casa. José Miguel, un hombre de 54 años del barrio de La Chana de Granada, se quitó la vida poco antes de ser desahuciado ante la mirada atónita de vecinos y familiares que aseguraban desconocer que la misma mañana en que se encontraba su cuerpo sin vida llegaba a su vivienda la comisión judicial encargada de echarle de ella.

Esta situación extrema permitió reavivar una vez más los casi 350.000 casos de desahucios que este país ha vivido, una sangría que no cesa y que estaba llevando al límite a las familias.

Resulta lamentable comprobar la rapidez con la que un Gobierno adopta una subida de impuestos y la ejecución inmediata de la misma, incluso la rapidez con la que se obtiene dinero, en un entorno tan crítico, para salvar a la banca y hasta crear un 'banco malo', -que sólo el nombre tiene narices-, y la dificultad para dar una salida a las numerosas personas que sin medios no pueden seguir haciendo frente a la hipoteca y se las quiere despojar hasta del techo bajo el que viven. Y resulta que para dar salida a este problema social, valdría con tener voluntad para adoptar unas medidas que contengan a los bancos en su intención de apoderarse de esas viviendas que ahora muchos no pueden pagar.

Lo más lamentable es que José Miguel dijo adiós a la vida sin confiarse a nadie con lo cual nos muestra también que esa falta de solución se vive de forma individual a pesar del esfuerzo que muchos están haciendo a través de plataformas contra los desahucios, pero está claro que son pocos y que esta sociedad como colectividad no está respondiendo a lo verdaderamente importante. Si a ello sumamos que ni en el campo de la justicia se atiende los informes que los propios jueces realizan de la situación y de la respuesta que apuntan se podría dar al tema, el cóctel es ya explosivo.

Y ante todo esto, ¿le interesa a alguien que el PSOE tenga un problema de liderazgo y esté perdiendo peso o que Mariano Rajoy tenga que dimitir si pide un rescate para España?.

Editorial de Teleprensa

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