El Málaga vuelve a colocarse al borde del abismo, como un claro candidato al descenso. Naufragó como en sus peores tardes en un partido en el que necesitaba dar la cara, ofrecer una buena imagen y sumar uno o tres puntos. Fue incapaz de neutralizar a un Levante muy inferior técnicamente, pero con mayor intensidad, ambición y actitud. Y curiosamente quien más se jugaba era el conjunto blanquiazul, pero no estuvo a la altura de las circunstancias en ningún momento.
Crónica de Antonio Góngora en el diario SUR
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