Para un gran amigo, uno de mis ángeles humanos, a los que hace mucho tiempo la mujer de su vida, no ha tenido otra como ella, le ha hecho no poder llorar porque ni lágrimas le dejó, y durante un tiempo no pudo reír porque con ella se fue su sonrisa. Hoy ya ha vuelto a sonreír pero se que en el fondo de su ser sigue abierta esa herida. Y su corazón no lo ha podido entregar a otra después de tanto, tanto, tiempo. Pero es una de esas personas que merecen la pena, un gran amigo, amigo de sus amigos. También a otros se nos están acabando las lágrimas que creíamos no tener, pero la sonrisa nunca, nunca, nunca.
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